¿Sientes un llamado a compartir más de ti, pero algo te frena?

Tal vez dudas de ti misma. Te exiges tanto que terminas agotada. Te comparas y sientes que nunca es suficiente. Sabes que hay algo más para ti, pero una voz interna dice que aún no estás lista.

¿Y si el problema no fuera falta de estrategia ni de esfuerzo?

Lo que realmente te detiene no es que no sepas qué hacer.

Es que hay heridas emocionales que han hecho que dudes de tu presencia, tu voz, tu poder y tu liderazgo.

Con más de 10 años acompañando a mujeres en psicoterapia y coaching, he identificado 8 heridas emocionales que comúnmente frenan nuestra expansión:

• La Herida de la Comparación → Comparación que te hace sentir insuficiente.

• La Herida del Perfeccionismo → Esperar hacerlo perfecto antes de atreverte.

• La Herida del Auto-Sacrificio → Priorizar a los demás y olvidarte de ti.

• La Herida del Dinero → Incomodidad al cobrar, recibir y sostener abundancia.

• La Herida de la Auto-Valoración → Dudar de tu voz y del valor de lo que ofreces.

• La Herida de la Auto-Suficiencia → Creer que tienes que hacerlo todo sola.

• La Herida del Rechazo → Temor a ser vista, expuesta o juzgada.

• La Herida del Burnout → Agotamiento por dar más de lo que recibes.

Si algo de esto resuena contigo, no es porque haya algo mal en ti.

Nunca nos enseñaron a reconocer y sanar estas heridas.
Pero eso no significa que tengan que seguir frenándote.

Puedes liberarte de ellas, reencontrarte contigo y compartir tu luz. ✨

Y estoy aquí para acompañarte en tu camino de sanación y expansión, para que vivas y lideres con mucho corazón.